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CIUDAD VICTORIA a 23 de Agosto del 2021 (RN Noticias) con información de Expreso.- El destino que sufrirán miles de migrantes que intentan cruzar a Estados Unidos, o ya se encuentran en territorio americano, está por definirse en el sistema judicial de ese país.
Por lo pronto, cientos de familias permanecen varadas en ambos lados de la frontera, en albergues o en centros de detención, con la esperanza de poder obtener asilo.
El polémico programa “Quédate en México”, que el año pasado causó una de las más grandes crisis migratorias que se recuerden, con campamentos instalados a lo largo del Río Bravo, especialmente en Matamoros, se encuentra suspendido desde que comenzó la pandemia. Pero los estados de Texas y Missouri están haciendo lo posible por doblar la decisión del presidente Biden, y reiniciarlo, lo que implicaría, que México tenga que hacerse cargo otra vez de miles de migrantes en espera de recibir asilo.
El problema es que ciudades fronterizas de Tamaulipas aún están saturadas por la presencia de migrantes de diferentes nacionalidades; el caso más grave actualmente está en Reynosa, donde el Instituto Tamaulipeco del Migrante reportó hasta 4 mil personas varadas en esa ciudad.
En la plaza de la República permanecen entre mil 900 y dos mil extranjeros; en la Casa del Migrante “Senda de Vida” hat otros 450 migrantes y en el refugio Nuestra Señora de Guadalupe se atienden 120 centroamericanos.
Todos ellos son solicitantes de asilo político en Estados Unidos.
La buena noticia, por lo menos por el monto, es que el juez del Tribunal Supremo de Estados Unidos Samuel Alito suspendió temporalmente la reimplementación del Protocolo de Protección de Migrantes (MPP).
El máximo tribunal revisará la próxima semana el caso sobre el programa conocido como “Quédate en México”, que obliga a los solicitantes de asilo de EE UU a esperar en ciudades fronterizas mexicanas.
Los Estados republicanos de Texas y Missouri quieren restablecer la polémica política impuesta en el Gobierno de Donald Trump, mientras que la Casa Blanca de Joe Biden lidera una batalla legal para evitar que vuelva a implementarse.
Una semana atrás, el juez federal de Texas Matthew Kacsmaryk, nominado por Trump, emitió una orden para restablecer el MPP este sábado 21 de agosto. El fallo respaldó la demanda de Texas y Missouri, que dibuja la política como un incentivo para que más inmigrantes crucen la frontera cuando el sistema está colapsado. La Administración Biden apeló la decisión en un tribunal inferior y solicitó una demora en la reimplementación, pero se la rechazaron. El Gobierno demócrata acudió entonces al Tribunal Supremo. El juez Alito, que supervisa el circuito judicial que incluye a Texas, emitió la suspensión temporal y le dio al máximo tribunal hasta la medianoche del miércoles para revisar el caso.
El programa “Quédate en México” está inactivo desde que arrancó la pandemia. Tanto la Administración de Trump como la de Biden han devuelto a los inmigrantes sin papeles amparadas en órdenes de salud pública emitidas por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE UU (CDC, por sus siglas en inglés). En el escrito que redactó el Gobierno demócrata al Supremo, argumentó que la política ha estado inactiva durante más de un año y que una reimplementación abrupta “perjudicaría las relaciones de Estados Unidos con socios regionales vitales, interrumpiría severamente sus operaciones en la frontera sur” y podría crear “una crisis diplomática y humanitaria”.
DE BROWNSVILLE A TABASCO
Poco después de cruzar la frontera enelsurdeTexasconsuhijade5 años, la hondureña Karla Leiva se encontró a bordo de un avión fletado por el gobierno estadounidense, enterándose a medio trayecto que se dirigía a la ciudad de Villahermosa en el sur de México. Una vez ahí, las autoridades la subieron a un autobús con destino a la frontera sur del país.
Decenas de familias fueron dejadas por migración mexicana en El Ceibo, la frontera con Guatemala, procedentes de Estados Unidos.
Según migrantes, llegaron en varios vuelos desde Bronwsville y McAllen, Texas, hasta Tabasco y desde allí al puesto fronterizo. Niños y niñas, incluidos bebés, mujeres y hombres, en su mayoría de Honduras, caminaron bajo el sol de 40 grados, desorientados y preguntando quién podía ayudarlos a volver a su país. Durante años, el gobierno de Estados Unidos ha trasladado intermitentemente a migrantes hacia el interior de México por vía aérea para dificultar que intenten cruzar nuevamente la frontera. Pero los vuelos que iniciaron la semana pasada desde Brownsville, Texas, hacia Villahermosa y Tapachula, cerca de la frontera con Guatemala, parecen ser los primeros en que se traslada a centroamericanos a territorio mexicano.