Eugenio Hernández sí va como candidato a senador por el Partido Verde y esto pone a temblar al cabecismo y al PAN, pues el riesgo de que se vayan al tercer lugar, y que quede fuera de la senaduría de primera minoría, es real.
Eugenio sí va por el Verde
-Y le complica la vida al PAN
-Si los azules se van al tercer lugar, se quedan sin senador
-En una de esas, Eugenio y Maki ganan
-Pero la 4T saldría ganando: todos van en el mismo barco
-Hay que estar preparados para ser y para no ser
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Raúl Hernández Moreno
Eugenio Hernández sí va como candidato a senador por el Partido Verde y esto pone a temblar al cabecismo y al PAN, pues el riesgo de que se vayan al tercer lugar, y que quede fuera de la senaduría de primera minoría, es real.
Se repetiría así, la historia de Yahleel Abdala y el PRI, que en el 2018 estaban convencidos de que la senaduría de mayoría la ganaba el PAN, el PRI quedaba en segundo lugar y Morena se iba al tercero. Al final Morena ganó, el PAN se fue al segundo lugar y el PRI al tercero, iniciando la caída a un pozo sin fondo para ambos partidos.
Eugenio va en fórmula con la ex alcaldesa de Reynosa, Maki Ortiz y juntos son mucho más atractivos que la fórmula morenista Olga Sosa-Ramón Gómez Leal.
Olga Sosa perdió la alcaldía de Tampico en el 2021 y Gómez Leal la de Reynosa en el 2018, precisamente contra Maki Ortiz que obtuvo 150 mil votos, contra 79 mil de Jr.
La gran ventaja de Sosa y Jr., es que los respalda la marca Morena, que atrás de esta está AMLO y que a su favor tienen los apoyos sociales que entregan los tres niveles de gobierno. Tan solo más de 562 mil familias tamaulipecas reciben apoyos de la federación, con una derrama de 16 mil 400 millones de pesos.
Sin esos apoyos, sin Morena y sin AMLO, la dupla Olga-Jr, estaría perdida.
Con todo y esos apoyos, no puede descartarse que la fórmula Eugenio-Maki de la sorpresa y puedan ganar. Ambos tienen carisma. El primero es visto como una víctima sobreviviente de la ira del cabecismo. Le cae bien a muchos tamaulipecos, no solo entre los antiguos priistas, sino de todos los partidos.
Por su parte, Maki arrasó en las urnas cuando el PAN la postuló para la alcaldía en el 2016 y 2018 y cuando su hijo se fue a Morena, en el 2021, volvió a arrasar, porque ella era la candidata real.
Para el gobierno federal y la dirigencia nacional de Morena da lo mismo que en Tamaulipas Morena gane y el Verde quede en segundo lugar o viceversa, para fines prácticos sería lo mismo, porque los cuatro candidatos son aliados de la 4T.
La cuestión es que si el Verde gana, quedaría fuera de la senaduría Gómez Leal, lo que sería del agrado de muchos morenistas. La realidad es que no es popular.
Por lo que respecta al PAN, en la primera parte del sexenio de Cabeza de Vaca se mantuvo fuerte, pero en la segunda parte perdió el Congreso y los municipios de Nuevo Laredo, Reynosa, Victoria, Altamira, Madero, Matamoros y Río Bravo. Y el PAN los perdió, pese a que tiro carretadas de dinero en la compra de votos.
En el 2022, el PAN volvió a perder, pese a que de nuevo gastó cientos de millones de pesos para la compra de votos.
Ya en el 2023, sin acceso al dinero público, el PAN volvió a perder y se demostró que sin dinero, el PAN no sabe operar. Ya sin dinero, muchas de las estructuras que operaban en el territorio, cambiaron de partido.
El PAN llega al 2024 con una estructura territorial muy disminuida. En el último año y medio, muchos grupos que estaban en el PAN se salieron, aprovechando que el ex gobernador Cabeza de Vaca anda huyendo, está escondido en el extranjero y ya no puede amenazarlos.
Como el PAN dejó de ser gobierno, pocos empresarios están dispuestos a aportarle dinero a la campaña de este año, porque creen que es tirarlo a la basura. Y esa es la verdad: el PAN va por una nueva y más contundente derrota.
Imelda Sanmiguel tendrá que trabajar de verdad, si aspira a quedar en el segundo lugar, lo que se le complica con la postulación de Eugenio Hernández. Bien haría en reflexionar sobre la frase que le gusta repetir al ex alcalde Enrique Rivas: En política hay que estar preparados para ser, pero también para no ser.