Tiempo de opinar: La carretera de la muerte

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La autopista que va del Km. 26 a La Gloria es la herencia maldita que nos dejo Yahleel Abdala, cuando malamente fue elegida diputada federal en el 2015. Ella empujó la aprobación de esta concesión y en su momento dijo que Nuevo Laredo ganaba con la autopista.

La carretera de la muerte

Tiempo de opinar

Raúl Hernández Moreno

La autopista que va del Km. 26 a La Gloria es la herencia maldita que nos dejo Yahleel Abdala, cuando malamente fue elegida diputada federal en el 2015. Ella empujó la aprobación de esta concesión y en su momento dijo que Nuevo Laredo ganaba con la autopista.

El tramo carretero de 49 kilómetros, además de costoso, 120 pesos, es peligroso y en dos años que tiene operando ha cobrado la vida de muchas personas y otras han resultado heridas en accidentes inevitables por las malas condiciones del camino. La carretera de la muerte, la llaman algunos.

No solo es cara y peligrosa, además Yahleel engañó a Nuevo Laredo pues en su momento estuvo a favor de su construcción y aseguró que continuaría la carretera libre, con sus dos cuerpos, cada uno con sus dos carriles y acotamiento. De esta forma, presumió que Nuevo Laredo saldría ganando.

Todo fue mentira. Al final, nos robaron uno de los cuerpos y el que se quedó tiene un carril de ida y otro de venida.

El cabildo de Nuevo Laredo busca revertir la concesión, que termina en el 2047, a la empresa Promotora y Operadora de Infraestructura.

Si esto no fuera posible, por lo menos se nos debe regresar el cuerpo que nos robaron, que ciertamente no estaba pavimentado de manera perfecta, pero al menos había dos carriles y los vehículos tenían la forma de maniobrar para reducir los riesgos de un accidente. Pero además, fue un robo a despoblado y lo justo es que se corrija.

Y este robo, legitimado por Yahleel, se debe investigar y castigar a los responsables, No fue correcto que en su momento se haya aprobado el robo de uno de los cuerpos de la carretera y en un país donde campea la corrupción se presta para pensar que el apoyo para legitimar el proyecto no fue gratuito. Alguien se llenó los bolsillos de dinero y por eso se tiene que investigar a los responsables.

La misma Yahleel, esa mujer que dice querer a su bendito pueblo, haría bien en sumarse a que se inicie una investigación y que se devuelva a Nuevo Laredo el cuerpo carretero que nos robaron, Es de sabios cambiar de opinión, salvo que éste convencida, por las razones que sean, que se debe mantener la concesión de la autopista, que la carretera libre funcione con un solo cuerpo y que opine que el tema de los accidentes automovilísticos es inevitable y natural.

En otro tema, es increíble la ingenuidad o cinismo de César Verástegui cuando dice que el TRIELTAM pateó al lado de la cancha del TRIFE la impugnación de la victoria de Morena en las elecciones del 5 de junio.

¿Qué no se supone que los magistrados del TRIELTAM son afines al gobierno del estado y por ende al PÄN?

Hasta hace algunos días, muchos panistas, en su cinismo, presumían que el gobernador amenazaría a los magistrados del TRIELTAM con meterlos a la cárcel si no accedían a modificar los resultados electorales. Era una bravata absurda e idiota, pero muchos panistas creían que era posible porque creen que el gobernador es un gánster al que ninguna autoridad puede obligar a que se conduzca con respeto a la ley.

Por un tiempo Al Capone hizo lo que quiso en Chicago, pero llegó Elliot Ness y lo metió a la cárcel. A cada gánster le llega su hora.

El TRIFE va a batear al PAN y después el partido se irá a protestar a Europa, como lo hizo Alejandro Moreno, y no va a pasar nada. El PAN perdió en las urnas, aunque no lo acepte.