El pasado jueves 21 de marzo se cumplieron 218 años del nacimiento de Don Benito Juárez García, conocido también como el Benemérito de las Américas, por su lucha contra las tropas intervencionistas de Francia (1862-1867). Por esta histórica hazaña, algunos países latinoamericanos decidieron darle este nombramiento.
BENITO JUÁREZ
Por Armando Maya Castro
El pasado jueves 21 de marzo se cumplieron 218 años del nacimiento de Don Benito Juárez García, conocido también como el Benemérito de las Américas, por su lucha contra las tropas intervencionistas de Francia (1862-1867). Por esta histórica hazaña, algunos países latinoamericanos decidieron darle este nombramiento.
Un decreto emitido el 2 de mayo de 1865, publicado por el Congreso de Colombia, exaltó en su artículo primero el logro del nacido en Guelatao, Oaxaca, el 21 de marzo de 1806:
“El Congreso de Colombia, en nombre del pueblo que representa y en vista de la abnegación y de la incontrastable perseverancia que el señor Benito Juárez en calidad de Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, ha desplegado en la defensa de la independencia y libertad de su patria declara que dicho ciudadano ha merecido bien de la América y como homenaje a tales virtudes y ejemplo a la juventud colombiana, dispuso que el retrato de este eminente hombre de Estado sea conservado en la Biblioteca Nacional con la siguiente inscripción: Benito Juárez, ciudadano mexicano El Congreso de 1865 le tributa en nombre del pueblo de Colombia, este homenaje por su constancia en defender la libertad e independencia de México”.
Dos siglos después de su natalicio, el legado liberal, republicano y laico de Juárez sigue siendo reconocido, pero también duramente criticado por los grupos conservadores y de derecha que no le han perdonado al ilustre oaxaqueño el haber decretado en el puerto de Veracruz la Ley sobre libertad de cultos, el 4 de diciembre de 1860,
La citada ley, fundamental en la construcción del Estado laico, permitió que en México cada persona pudiera elegir y practicar la creencia religiosa de su preferencia, algo que era prácticamente imposible hacer antes del legado de Juárez.
En su valiente lucha contra los privilegios del clero y del ejército, los hombres de la Reforma decretaron la separación absoluta entre el Estado y la Iglesia, así como la Ley de nacionalización de bienes eclesiásticos, la Ley del Matrimonio Civil, la Ley Orgánica de Registro Civil y ley sobre sobre el estado civil de las personas, entre otras.
Para Stefan Gandler, filósofo y científico social de origen alemán, Juárez es el “constructor del México moderno y del estado laico”. Por ello, algunos políticos y religiosos de la iglesia numéricamente mayoritaria no logran tolerar que se mencione su nombre. Recordemos el lamentable caso del ex presidente de México, Vicente Fox Quesada, quien se deshizo del retrato de Juárez apenas se estableció para “gobernar” en Los Pinos.
Este político guanajuatense, ligado a la Iglesia católica y a la derecha intolerante, se quejó en cierta ocasión de que a Benito Juárez se le haya erigido un pedestal por considerarlo el gran presidente de nuestro país. Mencionó como un ejemplo de los supuestos desaciertos juaristas el acuerdo McLane-Ocampo, exhibiendo como traidor al prócer mexicano:
“Era francamente una traición a la patria, una pérdida total a la soberanía frente a los Estados Unidos”. dijo con evidente resentimiento el panista guanajuatense.
Ese día dio suficiente material para el humor de los usuarios de redes sociales, quienes se burlaron con memes y hashtags de su declaración en el sentido de que, como presidente, se llevaba de calle a todos los mandatarios que ha tenido México, incluido Juárez.
En lo personal le resto importancia a ocurrencias como la antes mencionada, y en el aniversario del natalicio de Juárez me quedo con una frase de Justo Sierra, inspirada en el Benemérito de las Américas: “La vida de Juárez es una lección, una suprema lección de moral cívica”.
X: @armayacastro